martes, 21 de abril de 2015

NACH UTILIZA SU POESÍA DE GUERRA PARA HABLAR DE ESPAÑA


A  veces creo que me gusta todo tipo de música, creo que podría oír cualquier tema siempre y cuando tuviese algo que decir sobre el mundo que nos rodea. Nach lo consigue, lo ha hecho y lo sigue haciendo desde que empecé a escucharle con apenas 16 años; sus letras mueven el mundo y describen la realidad con una fuerza pasmosa y un bisturí tan fino que podría desmenuzar el alma de cualquiera en los minutos que dura uno de sus temas. Con A través de mi, su séptimo disco (octavo, si contamos por separado ‘Ars Magna’ y ‘Miradas’), el artista español del rap por excelencia, bajo mi humilde opinión, vuelve al ruedo de la música como siempre lo hace: puro y duro, que ya viene diciendo en voz alta desde la  primera canción del disco que está de nuevo en marcha, listo para volver a rapear y decir lo que tiene dentro sin que le importe quien opine lo contrario.


Empieza con su tema Leyenda, y lo hace suave, con los latidos de un corazón acompañados de una melodía instrumental que va subiendo a medida que pasan los segundos, haciendo que suba progresivamente el ritmo y que la letra vaya cogiendo cada vez más intensidad. El mensaje que lanza en el single es un eco de lo que vamos a escuchar a lo largo del disco: la lucha constante por seguir ahí, trabajando duro en la ambivalencia de la luz y las tinieblas que tiene dentro y que plasma en cada una de sus frases; ambivalencia que todos poseemos y que hace que mueva masas.
   
Pero si escribo este post es por dos de las canciones que se presentan en el disco: Adiós España y Poesía de Guerra, dos temas para hablar de este país nuestro que está roto desde los cimientos, porque el gobierno que tenemos los ha destruido. Por eso Nach pone la mayor carga crítica y social del disco en estos dos temas, dando voz a tantos españoles que estamos en una situación precaria, subidos sobre la cuerda floja y a merced de lo que los caprichosos vientos del gobierno quieran… sumergidos en una sociedad  que no tiene ni voz ni voto sobre su futuro (ahora encima silenciado por la ley), llega Nach a decir claro como el agua y con toda la fuerza que la música trae consigo, lo que se nos ha y está quitando: oportunidades.

Adiós España es el tercer título de su nuevo disco y el nombre ya lo dice todo pues viene a remarcar que estamos ante un tema  que denuncia la situación que se vive desde hace años en nuestro país: todos esos jóvenes (y no tan jóvenes) que tienen que abandonar su casa y su familia para buscarse la vida fuera. El tema no es una canción de lástima, sino un aliento hacia todos aquellos que se ven en situaciones precarias, sin oportunidades profesionales, con trabajos poco cualificados y sueldos bajos para que se marchen de un país que está más muerto que vivo:

"Adiós España, no llores por mí.  
Sé que aquí ya no puedo vivir,me echasteis por fin. 
Adiós España, me largo de aquí.

Te has convertido en un desierto, es imposible vivir así.

Adiós España, me despido de ti, ya solo quedan medio muertos
Es incierto mi futuro aquí"

Enfocado sobre todo a los estudiantes que terminan sus carreras, que tienen un máster y que no tienen trabajo de aquello en lo que tanto tiempo y esfuerzo han invertido, con sus voces grabadas al inicio y al final de la canción, dando voz a tantos que están (estamos) en la misma situación. Por supuesto la canción no deja de lado el cómo se ha llegado a este punto, plasmando esa sensación  general de que se ha jugado con nosotros:

"Fuimos juguetes del desfalco, nos dejaron mancos
Robando nuestros billetes salvando a los bancos.

Y ahora ¿quién pinta de blanco el futuro? ¿Quién lo intenta? 

Si con 600 euros no salen las cuentas.
Hay dos opciones, largarse a tientas 
o mientras ver si papá te alimenta hasta los 50"

Pero hay algo que Nach también deja muy claro, y es que, ante todo, debemos mirarnos al espejo y señalarnos con el dedo para darnos cuenta de que debemos levantarnos y dejar de darle importancia a aquello que no lo tiene y que no determina la vida de las personas:



Junto a Nach está el alicantino Tron Dosh, que también nos pone de vuelta hacia el espejo con sus rimas:

"Porque no existe nación. Porque la acción es deserción. Vamos y pecamos de demasiados brazos cruzados, ¿no?"

Sin duda Adiós España es una canción con fuerza para darle voz a una de tantas problemáticas que tiene nuestro país, como es el hecho de que el futuro sea tan incierto que esté obligando a sus jóvenes, a su propio futuro, a irse fuera en busca de las oportunidades que aquí nadie puede ni quiere ofrecerles. 

En Poesía de Guerra Nach vuelve a la carga, esta vez iniciándola con declaraciones de personajes públicos como Alberto Garzón (diputado de Izquierda Unida), que ya van calentando lo que va a ser el resto de la letra: una crítica activa contra el gobierno y contra las situaciones que vivimos en España, una crítica contra la sociedad y su inactividad. Lo que está claro es que, desde el primer momento, deja claro sus intenciones de escarbar hasta lo más profundo:  "Van a llamarme demagogo por deciros lo que pienso, por ofender a algún bobo con este discurso tenso. Estos versos se derraman y nadan en rabia  para dejaros sin palabras, como el libro de esta patria agria, llena de parias y chorizos de gestos postizos,  de corrupción que nos cae como granizo".

Una canción que profetiza el mañana que tendremos si no conseguimos romper con la gran boa constrictor que tenemos encima, cada vez más grande y más fuerte. Una canción que llama al despertar y a la necesidad de reaccionar ante lo que sucede a pesar de ser gente corriente; es necesario salir de la narcolepsia que nos convierte en esa masa no pensante y poder decir lo que pensamos y ser consecuente con lo que sabemos que está bien y que está mal:

"Qué puedo decir, solo soy gente corriente, 
otro que aprieta los dientes cuando habla el presidente. 
Seré consecuente a lo que dicta mi conciencia, 
si entre Franco o Rajoy hoy no hay tanta diferencia: 
sueldos en la indigencia, impuestos que se elevan… 
pocos que se enteran, ojean las memorias de Belén Esteban

Como dice en su canción "Hace falta más pasión y menos controversia, hace falta más acción y menos rezos en la Iglesia" para lograr la fuerza que necesitamos para ir contra aquellos que nos roban el pan, contra aquellos que echan sal en nuestras heridas, contra aquellos que hablan para extender el mal y que,a demás, escapan de los tribunales.



Nach tiene para todos y no deja ningún tema sin tocar en su canción sobre nuestra falsa democracia: "Busca en esta democracia veras que no habrá bonanza y que tras el nombre de Aguirre no habrá esperanza". Por supuesto la inmigración y el fascismo sobre el mismo también forma parte de su canción, haciendo una crítica potente sobre cómo se les echa la culpa a la gente que, por necesidad, se mueve en busca de oportunidades, en vez de asumir sus propias responsabilidades políticas:  

"Vi a Europa maltrecha, no son sospechas, 
mientras empresas financien partidos la trampa está hecha. 
Conocen soluciones pero no quieren decirlo, 
supondría perder su poder, no van a permitirlo. 
Es el peligro del fascismo en cada nación, 
salen con traje y con corbata en tu televisión, 
culpan a la inmigración de profanar su Edén; 
ahora Hitler se llama Geert Wilders y Marine Le Pen"

Fuerza y pasión en dos canciones que sirven para ponerles los puntos sobre las íes a todo lo que estamos viviendo. Nach se luce una vez más con su poesía de guerra, con sus rimas y su capacidad para desgranar los pensamientos de tantos uniéndolos en una sola voz. Único como siempre, quería destacar estas dos canciones de su nuevo disco, como aquellas declaraciones que necesitamos ahora que estamos, literalmente y por ley, amordazados; pero aún no estamos muertos, ni cansados de luchar, y seguiremos encontrando las formas de seguir manifestando los derechos que nos corresponden, apoyados en lo que haga falta y siempre con los himnos y la música como bandera, para darle alas al mensaje. 



* Todas las imágenes de este post han sido obtenidas de las fuentes de Imágenes de Internet


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