ESAS CANCIONES QUE HABLAN DE MÚSICA...

Hoy vengo a escribir sobre dos canciones que hablan de la música y que en si mismas no tienen nada que ver: ni en estilo, ni en género, ni en ritmo… pero ambas, con el mismo tema grabado a fuego en sus letras, son capaces de transmitirte lo más puro de la música… a través de ella misma.

Épocas completamente distintas (cada una está situada en un siglo diferente) marcan los dos temas, el primero de los cuales es 'Vivo por ella', cantada por Andrea Bocelli y Marta Sánchez que nos viene acompañando desde 1996 con su género Ópera-pop.

'Vivo por ella' es una oda completa, de principio a fin, a la música como una de las artes más antiguas que nos acompaña en los mejores y peores momentos de nuestra vida. En este tema se refleja a la perfección cómo la música es la musa que nos arropa en todo momento de forma cálida, aunque haya veces que pueda hacerte daño, pero siempre de forma dulce: “Vivo por ella que me da todo el afecto que le sale; a veces pega de verdad pero es un puño que no duele”.

La música, tal y como dice la canción, es capaz de hacernos inmortales pues la música llena y encanta todo lo que toca: “en mi piano a veces triste, la muerte no existe si ella está aquí...”.  

A través de ella podemos expresar nuestros más sinceros pensamientos, sentirlos y darles cuerpo: “Vivo por ella en propia piel si ella canta en mi garganta mis penas mas negras espanto”; podemos darle más sentido al mundo que nos rodea e incluso tomar decisiones: “Vivo por ella que me da fuerza, valor y realidad; para sentirme un poco vivo”. Nos inspira y nos da compañía estemos donde estemos y creo que esta canción es, por todo lo que expresa, la mejor canción melódica que se ha escrito sobre este bello arte.

Por otro lado quiero hablaros de la canción 'El idioma de los dioses' que el rapero Nach sacó en 2011 con su disco 'Mejor que el silencio'. El género y el estilo marcan una tremenda diferencia con el tema 'Vivo por ella', obviamente.

Esta canción habla de la música y se llama así porque está dedicada a los más grandes de la historia de este arte como Vivaldi, John Lennon, Jimi Hendrix y muchos más que, a través de este idioma, han expresado sus vidas, inquietudes y pensamientos.

Todo ello implementado por su propia experiencia y el sentimiento que Nach deriva hacia ella y a todo lo que le ha dado: “Das sentido a mi existencia, tú desobediencia, tú, sola presencia merece mi reverencia, tú me diste un don, fuiste mi espada, siempre encerrada en tu prisión si la inspiración faltaba”.

Al igual que en 'Viva por ella' Nach habla de la música como vía de escape y de salvación propia: “Y me desintegras pintando estas noches negras,  me alegras, me invades, me evades, alejas las tinieblas y me resucitas siempre, nunca me mientes, eres el recipiente donde lágrimas se vierten.”

Se reitera esa idea de que la música lo es todo: “Eres tú, mi suerte, eres tú, tan fuerte, eres tú, tú, tan diferente  surges y de repente la vida olvida a la muerte”.

Otra de los grandes versos en este mismo sentido versa sobre cómo la música es capaz de resucitarnos y hacernos sentir vivos: “es que tu son me sedujo, tu luz me dejo perplejo y caí,  reviví como el sol en forma de Soul y R&B; bebí de ti el elixir y resistí los golpes, si fui torpe encontré por fin mi norte, mi soporte”.

¿Quién no ha pensado alguna vez en la música como la compañía perfecta para esas tardes de lluvia, para lidiar con esa melancolía e incluso para dejar brotar la tristeza de nuestro interior? Creo que todo el mundo se puede sentir identificado en esos versos que dicen que la música es “mi balanza, mi paz, mi druida, en la fatiga  solo tú haces realidad los sueños que yo persiga.  Y es que sin ti no hay destino, solo piedra y mil caminos, sin ti, soy un mimo temblando en el camerino”.

Esta canción es perfecta en todos los sentidos para hablar de la música ya que además de todo lo mencionado pone sobre la mesa a todos aquellos que han pasado por ella y la han utilizado para hacernos sentir los acordes y las voces más grandes de la historia de la música: “Eres tú, la rabia sucia y rasgada de Kurt Cobain,l el compromiso sincero de Marvin Gaye, la grandeza de John Coltrane improvisando con el saxo,  la mirada aniñada en los ojos de Michael Jackson”.

Todos los grandes artistas que han sido significativos en el mundo musical caben en este enormísimo tema que es El idioma de los dioses:

“Envidio el poder que impones en canciones
despiertas mis emociones, con creaciones de Ennio Morricone.
Sensaciones sin control cuando eres Rock n' Roll,
el erotismo de un bemol en la voz de Diana Krall.

El solo de guitarra eléctrica que el silencio rompe,
la armónica que esconden las manos de Steve Wonder.
Te vi dónde todo acaba y Nada Sira con Black Sabbath,
respiras vida con la calma que inspira Bob Dylan.”

Está claro que da igual el estilo y el género, porque la música está hecha por y para todos, no importa de donde venga, ni sobre lo que se escriba, en cada una de las canciones hay una vida propia que el que la escucha comparte y le hace ser parte de él: “Me desnudas con ternura y siento tu tacto y tu olor,  si te veo volar libre entre la voz de un cantautor; eres Ópera y Flamenco, eres todo lo que tengo y te amo, mientras brotas entre las notas de un piano.”

En definitiva, como bien dice Andrea Bocelli: “Vivo por ella porque va dándome siempre la salida, porque la música es así fiel y sincera de por vida”. Y Nach no se queda atrás cuando termina su gran tema diciendole a la música “Eres la métrica enigmática que envuelve mi ser y lo salva, el idioma con el que los dioses hablan”.

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